Enclavada en el corazón de Peñafiel, la Plaza del Coso es una joya patrimonial única en Castilla y León. Su trazado irregular, cerrado por más de medio centenar de casas tradicionales con balcones de madera, revela un espacio vivo que ha servido durante siglos como escenario de celebraciones, espectáculos y rituales populares. Documentada desde el siglo XIV, esta plaza ha sido testigo del pulso social de la villa a lo largo del tiempo.

Creada para la celebración de espectáculos taurinos, es utilizada para otros motivos a lo largo del año, como el acto de la Bajada del Ángel el Domingo de Resurrección, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional. La Plaza del Coso es un atractivo turístico de primer orden en Peñafiel, pero lo es aún más del 14 al 18 de agosto, fechas en las que se celebran las Fiestas de Nuestra Señora y San Roque, declaradas de Interés Turístico Regional. Con motivo de las fiestas se instala un ruedo en el interior de la plaza que permite la suelta de reses al estilo de la villa, es decir: con un toro por dentro del ruedo y otro por fuera, una peculiaridad que ha otorgado a las fiestas de Peñafiel una fama que traspasa las fronteras nacionales.

Pero más allá de los festejos, la Plaza del Coso es un símbolo de convivencia. Pasearla es descubrir la armonía entre lo doméstico y lo ceremonial, lo cotidiano y lo extraordinario. Frente al castillo que la vigila desde lo alto, este recinto irregular respira autenticidad y memoria, invitando al visitante a detenerse, observar… y sentir el latido antiguo de Peñafiel.